El cantar de los arboles I (V)

Lith, caminaba tranquilamente por la ciudad,empapándose de su aroma, contagiándose de el bullicio del gentío,hacia un buen día,los primeros rayos de sol asomaban por la torre oeste del castillo, y desde hacia años no veía un amanecer fuera del monasterio,era realmente impresionante la gente que se podía congregar,solo en esa calle.

El viento le trajo una voz de antaño ,un recuerdo perdido en algún rincón de su alma,algo que juro no volver a recordar,para no reabrir viejas heridas,pero era como intentar parar el flujo del agua solo con tus manos.al final siempre acaba desbordándose y te mojas todo entero.
Había memorizado aquellas palabras a fuego en su mente,-nunca te dejare sola,siempre estaremos juntos.-.Luego las cosas se precipitaron,su cerebro había borrado las imágenes desde esas palabras, el momento de encontrarse a las puertas del monasterio,expulsada de la orden
Eran recuerdos demasiado dolorosos: rogó, lloró,entró en cólera, hasta que al fin su Dios le concedió una tregua, le dijo que la volvería a aceptar en su seno si llevaba a cabo una misión en la que podía perecer, y que le ocuparía posiblemente un cuarto de su vida , Lith acepto sin pensárselo,y nunca se arrepentiría de esa decisión, incluso en los momentos mas difíciles.
Un niño tropezó con ella lo que le hizo perder el hilo de pensamientos, desdeño la idea de volver a retomarlos,puesto que habían cosas mas urgentes que tratar en este momento asi que, siguió su paseo,hasta llegar a una encrucijada,
Sabia que a la derecha se iba al castillo, por detrás volvía a la concurrida calle y prefería seguir dentro dela ciudad así que el camino de delante quedaba descartado, decidió pues ir a la izquierda,a ver con que se topaba y lo primero que vio fue un cartel enorme que anunciaba,”la mejor posaba que se halla pisado”,y su nombre era el ala de dragron,y y intuía que ese era su destino,una presión en el pecho al angustiaba cada vez que su dios le decía algo y ahora casi no podía respirar,así que entro